miércoles, 21 de octubre de 2009

El peligroso Karl Lagerfeld


"Todos esos que critican a las modelos por aparecer huesudas o anoréxicas son las típicas madres gordas que se sientan en el sofá todo el día comiendo patatas fritas". Esta es la perlita que nos suelta el diseñador karl Lagerfeld. Y se queda tan ancho, el tio. Además, asegura que a la gente no le gusta ver a mujeres curvilíneas... Y yo me pregunto si no ha hablado con el altísimo porcentaje de hombres a los que unos buenos pechos y un buen culo (con perdón), les ponen mucho más que un montón de huesos... eso si, en unas chiquillas estupendas!!!... sin embargo, demostrando una vez más su auténtico desprecio por las mujeres (sospecho que sea un misógino redomado), nos acusa a las mamás entraditas en carnes (bueno, vale, gordas), entre las que me cuento, de ser tan envidiosas que tenemos una cruzada contra las chicas delgadas....

Le diría a este "señor", que probablemente las MADRES no ponemos el grito en el cielo por ser más o menos gordas, sino por el temor a que nuestras hijas quieran imitar a esas modelos que están poniendo en riesgo su salud. Quizá sea porque una enfermedad que probablemente él padezca en carnes propias, y que se llama ANOREXIA, que está matando miles de niñas, nos asuste mucho más que la envidia que él cree que sentimos....

Pero claro, hablamos de alguien que después de haberse hartado a comer salchichas y patatas (oh sorpresa, el TAMBIEN comia patatas), se ha sometido a una dieta drástica, un hombre que se levanta y se pone un corsé para disimular su barriguita (qué barriga, dios mio, si usa una talla 34 de vaqueros de mujer). Un hombre que se ciñe TANTO que estalla a menudo las cremalleras de sus pantalones... y ésto no lo digo yo, sino que en mayo lo publicó su asistente personal.

Pues bien, señor Lagerfeld.... si lo mio es envidia, la asumo.... Pero lo suyo es una tristísima enfermedad que se llama OBSESION.

lunes, 12 de octubre de 2009

Super Obama



Los ídolos me dan mucho miedo... y más cuando no los conoce nadie, aparecen de repente, y nadie sabe cómo les va a sentar el traje de Superman.
Así pues, y a pesar de que me pareció bien el "trono" de Obama, lo tomé con todas las precauciones mentales posibles.

Sin embargo, tengo la impresión de que la gente lo ha tomado como un nuevo dios al que adorar, haga lo que haga, diga lo que diga... con lo peligroso que es apostar a ciegas por alguien. Y para terminar de rematar la adoración, se le da el Nobel de la Paz... No sé si lo merece o no. Sé que los responsables llevan mucho tiempo luchando por el desarme, y las palabras de Obama pueden infundirles esperanzas... Pero... pero no se puede olvidar que este Presidente, este poderoso hombre, tiene hombres armados en otros muchos paises. Y sobre todo, que no sabemos lo que va a hacer mañana. Hay que dar tiempo al tiempo para ver si las palabras que un hombre dice van acompañadas de hechos. Y ésto no ha sido así de momento con Super Obama.

Particularmente, que un nuevo dios venido de la nada tenga los mismos honores que el señor Nelson Mandela, que luchó toda su vida por la paz... me da, como minimo, mucha pena.

sábado, 3 de octubre de 2009

Empleo sumergido


Es evidente que el desempleo ha subido a niveles casi imposibles de soportar en nuestro pais... y quizá por ello, más que nunca, hay que vigilar a esos empresarios que aprovechan la circunstancia para contratar sin seguro, con condiciones infames, sueldos miserables y jornadas eternas.Y que, desgraciadamente, saben que por uno que despidan, tendrán veinte en la cola esperando trabajar aunque sea en esas abusivas condiciones.
Es ahora, más que nunca, cuando las inspecciones deben funcionar para sancionar, con todo el peso de la ley, a los que se aprovechan de la necesidad ajena.

jueves, 1 de octubre de 2009

Yo SI tengo una corazonada... O mejor, una esperanza.


Lo siento... debo ser la única española que NO QUIERO que las olimpiadas se hagan en mi ciudad.

Primero, porque en tiempos de crisis, Gallardón es capaz de recortar hasta de la recogida de basuras con tal de pagar unas fastuosas instalaciones.

Pero sobre todo, porque creo que lo de Gallardón es más una cabezonada que una corazonada.. y los madrileños necesitamos que le den corazonadas para mejorar nuestra ciudad... y a nuestros ciudadanos.

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